jueves, 30 de octubre de 2014


¿Puede rememorar un invidente algunos de sus recuerdos más preciados a través de sus álbumes de fotos? La idea de Pirate3D es que así sea, que cualquier pueda convertir sus imágenes en figuras tridimensionales con las que no haga falta mirar para sentir. Aunque queda algo de camino por recorrer, pero están en ello.

Moldear en casa una figura con una impresora 3D es perfectamente posible a día de hoy. Lo que no es tan accesible es que un usuario cualquiera pueda hacerlo con resultados impecables. Esa situación llegará y no tardará mucho en hacerlo pero Pirate3D, una compañía de nuevo cuño que se dedica a la fabricación de impresoras 3D domésticas, ha puesto la mirada en un futuro cercano.

Touchable Memories es una campaña para mostrar su impresora The Buccaneer. El objetivo de la película es, en palabras de su CEO, Roger Chang, «trasladar la visión de que la impresión 3D es una tecnología que debería estar presente en cualquier hogar».

El concepto de Touchable Memories es sencillo. Una persona invidente no puede recordar a través de fotografías convencionales. Si se utiliza una impresora 3D para sumar la tercera dimensión a las fotos planas, esas mismas personas sí podrán disfrutar de sus álbumes de recuerdos.



Chang explica que «el proceso de crear una versión en 3D de una fotografía no está perfectamente desarrollado. Trabajamos con un grupo de artistas en 3D que se encargaron de modelar los elementos que se representaban en esos recuerdos que compartieron con nosotros». El CEO de Pirate3D dice que uno de los objetivos es, conforme el proceso se simplifique, enseñar a los usuarios domésticos a modelar sus propios recuerdos.

La agencia creativa española Lola se ha encargado de dar forma a la idea. «Nos dimos cuenta de que muchas personas no estaban interesadas en hacerse con una impresora 3D porque no sabían qué uso se le podía dar a la tecnología», explica desde la agencia su director creativo Tomás Ostiglia. «Lo que hemos hecho ha sido crear una experiencia que solo se puede hacer posible a través de la impresión 3D».




Ostiglia dice que los participantes en la experiencia mostraron voluntad y curiosidad. «Realmente querían tener la oportunidad de interactuar con una tecnología de la que, hasta ese momento, solo habían escuchado hablar remotamente».

La carrera de la impresora The Buccaneer comenzó en Kickstarter en junio de 2013,cuando consiguieron cerca de un millón y medio de dólares para desarrollar el proyecto, 15 veces más de lo que solicitaron en un inicio.

A partir de ahí, la cosa se complicó con algunos cambios de especificaciones y algunos retrasos en los plazos que han provocado que un 10% del presupuesto haya tenido que ser reembolsado a clientes hartos de la espera. Roger Chang explicó el caso en esta entrevista hace algo más de un mes.

El CEO de Pirate3D asegura que la impresora está muy cerca de ser enviada a los mecenas que la compraron. Mientras, compaginan el tiempo con la evangelización acerca de lo que se puede hacer con una impresora 3D en casa.

Fuente: DAVID GARCIA ( yorokobu )

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