lunes, 28 de octubre de 2013




Investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y Laser Zentrum Hannover han descubierto que el compuesto de origen natural la riboflavina, mejor conocida como la vitamina B2 puede ser utilizada en los procesos de impresión en tres dimensiones para crear implantes médicos de polímeros no tóxicos.

La riboflavina es una vitamina hidrosoluble de color amarillo, constituida por un anillo de isoaloxazina dimetilado al que se une el ribitol, un alcohol derivado de la ribosa. Esta es esencial en varios procesos celulares y en el metabolismo de grasas, carbohidratos y proteínas. Se encuentra en abundancia en alimentos como leche, vegetales verdes, arroz, hígado, etc. Esta vitamina es sensible a la luz solar y a ciertos tratamientos como la pasteurización, proceso que hace perder el 20% de su contenido. Por ejemplo, la exposición a la luz solar de un vaso de leche durante dos horas hace perder el 50% del contenido de vitamina B2.

“Esto abre la puerta a una gama mucho más amplia de materiales para implantes biocompatibles, que pueden ser utilizados para desarrollar diseños de implantes personalizados utilizando la tecnología de impresión 3-D,” dice el Dr. Roger Narayan, autor principal de un artículo que describe la obra y profesor del servicio de ingeniería biomédica en la NC State y UNC-Chapel Hill.

Los investigadores de este estudio se centraron en una técnica de impresión 3-D llamada polimerización de dos fotones, ya que esta técnica se puede utilizar para crear objetos pequeños con características detalladas tales como andamios para la ingeniería de tejidos, microagujas u otros dispositivos de liberación de fármacos implantables.


La polimerización de dos fotones es una técnica de impresión 3-D para la fabricación de estructuras sólidas a pequeña escala a partir de muchos tipos de precursores líquidos fotorreactivos. Los precursores líquidos contienen químicos que reaccionan a la luz, convirtiendo el líquido en un polímero sólido. Al exponer el precursor líquido al volumen esperado a la luz, la técnica permite a los usuarios imprimir objetos 3D.

La polimerización de dos fotones tiene sus inconvenientes, sin embargo. La mayoría de los productos químicos mezclados en los precursores para hacerlos fotorreactivo también son tóxicos, lo que podría era problemático si las estructuras se utilizaban en un implante médico o estaban en contacto directo con el cuerpo.

Pero ahora los investigadores han determinado que la riboflavina se puede mezclar con un material precursor para que sea fotorreactivo con la ventaja de no ser toxica y biocompatible.

Referencia: Future Medicine

viernes, 18 de octubre de 2013


Una de las novedades de Windows 8.1 será el soporte nativo a impresoras 3D, lo que nos permitiráa golpe de clic y gracias a las nuevas impresoras 3D, crear desde nuestro equipo objetos tridimensionales mediante la superposición de capas sucesivas de material.

El precio actual de las impresoras 3D no permite una extensión a corto plazo de esta tecnología en el terreno de consumo pero ¿qué industrias podrán beneficiarse de la impresión 3D?

SE han analizado siete industrias donde esta tecnología puede ayudar a marcar una revolución, desde la ingeniería y arquitectura, investigación médica, el arte, la moda y la alimentación, el entretenimiento y hasta el ‘lado oscuro’ que supone poder fabricarse un arma casera.

Veremos el alcance de este tipo de tecnologías de impresión 3D pero todo indica que no se trata de una simple moda. Importantes consultoras han visto que son una de las tendencias estratégicas en tecnología para 2014.

Como ejemplo ello de estas novedades y tendencias es un brazo robótico y una impresora 3D juntos para imprimir con más libertad




Si pensamos en cómo está construida una impresora 3D lo primero que se nos viene a la cabeza es la imagen de una caja grande. En ella, metemos la pieza del material que vamos a convertir posteriormente en lo que deseemos gracias a los componentes mecánicos que se encargan de esculpirlo.

Un grupo de investigadores ha decidido ir más lejos y, como se suele decir en inglés, salir de la caja. Literalmente, porque han logrado combinar el poder creativo de una impresora 3D con un elemento de precisión que ya conocíamos: los brazos robóticos.
De esta sinergia, han conseguido crear un brazo que es capaz de imprimir sobre el material con la ventaja de que puede moverse con completa libertad a través del material. De este modo, se reducirá el tiempo y también se ganará en precisión.

Un proyecto interesante, especialmente porque nos muestra otra forma de hacer la impresión 3D. Quizá este no sea el futuro para el uso doméstico, pero para trabajos industriales parece una posibilidad bastante atractiva.

jueves, 10 de octubre de 2013

Una nueva aportación al campo de los materiales de impresión 3D, NinjaFlex, un filamento flexible que produce impresiones flexibles con propiedades elásticas.

Se abre un nuevo mundo de posibilidades, limitadas sólo por su imaginación con la aportación de nuevo filamento para impresión 3D: NinjaFlex ™, un filamento flexible para las impresoras 3D.

NinjaFlex es un elastómero termoplástico especialmente formulado (TPE), que produce impresiones flexibles con propiedades elásticas, además de terminaciones suaves y de alta calidad estética.

Sus creadores aseguran que la flexibilidad que aporta este material es única y que ello permite a los usuarios obtener objetos que hasta ahora no era posible fabricar con impresión 3D, así como mejorar los resultados de muchos otros productos impresos.

NinjaFlex de momento está indicado para impresoras 3D que utilizan filamentos de entre 1,75 mm o 3 mm y para aquellas que aceptan otro tipo de materiales de impresión, tales como el ABS o el PLA.

En cuanto a las características técnicas del producto, NinjaFlex es un filamento de dureza Shore de aproximadamente 85A. El diámetro de impresión es constante y su naturaleza flexible y elástica proporcionan resultados buenos y confiables con alta calidad en los acabados.

En las pruebas que hasta ahora se han hecho con NinjaFlex, el material ha demostrado que su aplicación en la impresión 3D de objetos ha dado como resultado una muy buena unión entre las capas que conforman el objeto impreso y facilidad en el trabajo y manipulación del material en la plataforma de impresión.


Respecto a las características del material, el filamento tiene una dureza Shore de aproximadamente 85A. Su diámetro es constante y las propiedades de sus materiales proporcionan impresiones confiables y de alta calidad.

Su baja adherencia permite un tránsito suave a través de guías de filamento. Es muy resistente a la abrasión y al agua, y de de alta elasticidad.

La ficha de uso del material recomienda una temperatura extrusión de 210 y 230º y sobre una plataforma calefactada de 30-40ºC. Sus propiedades permite la creación de una excelente plataforma de adhesión y la unión entre capas es muy buena.

NinjaFlex se presenta en rollos de 0.,50 Kg para diámetros de 1,75 mm y en rollos de 0,75 Kg para diámetros de 3 mm. El precio oscila en torno a los 40€



La compañía ha puesto a disposición de los usuarios un cuestionario en la web donde podrán enviar sus preguntas o pedidos.

miércoles, 9 de octubre de 2013


El próximo 15 de octubre en el Museo de Ciencias de Londres, la ESA presentará complejos componentes impresos hechos con metal, capaces de soportar los mil grados centígrados de temperatura y por tanto indicados para aplicaciones en que las condiciones sean muy exigentes, como en el espacio. En el acto participarán expertos del mayor consorcio europeo de ‘fabricación aditiva’.

Una copia realizada con una impresora 3D ESA

La ESA y la UE, junto con socios industriales y del ámbito educativo, están desarrollando las primeras técnicas de producción a gran escala de impresión 3D con metales. Las impresoras 3D están llamadas a revolucionar nuestra vida cotidiana, pero hasta hace poco sólo podían trabajar con plástico, que no resulta muy útil para aplicaciones industriales.

Esta nueva tecnología ofrece muchas ventajas. La impresión 3D, o más técnicamente ‘fabricación aditiva’, puede crear formas muy complejas, imposibles de fabricar con técnicas tradicionales. Además con ella apenas se desperdicia material, y al reducir los pasos en la cadena de fabricación los costes de producción se reducen enormemente.

El proyecto Amaze, que así se llama, comenzó en enero. Se están montando fábricas en Francia, Alemania, Italia, Noruega y el Reino Unido para crear la cadena industrial de suministros.

Fuente: ESA.

martes, 1 de octubre de 2013


En las películas futuristas siempre aparece un robot ya sea para ayudarnos o para acabar con la raza humana, pero el hecho es que con cualquiera de estas dos opciones a más de uno le han dado ganas de tener su propio robot y esto es algo que puede hacerse realidad con una impresora 3D. ¿Quieres un Robot?, usa una impresora 3D.


Este proyecto de crear robots con una impresora 3D vino de la mano de los chicos del proyecto Robot siglo XXI, un proyecto dirigido por Brian David Johnson, nada menos que el encargado de la división “futurista” de Intel.

Robot siglo XXI( The 21st Century Robot project) tiene como objetivo construir robots que estén al alcance de todos y no sean los simples robots aspiradora o esos que siguen patrones en el suelo sino por el contrario, buscan que los Robots creados con las impresoras 3D sean del tipo humanoide.

Esta idea de Johnson de crear robots caseros nació hace ya más de 10 años cuando éste diseñó un amable robot humanoide con características infantiles al que bautizó como Jimmy, un robot que no llegó a construir en ese entonces pero que gracias a la venida de las impresoras 3D finalmente tuvo vida.


El “futurista de Intel” tomó el diseño de su pequeño robot infantil y lo trasformó en planos que pueden ser reproducidos en una impresora 3D y que pueden ser descargados por cualquiera para que construyan su propio robot.


Hasta aquí cualquiera pensaría que esto se trataría de nada más que un simple Papercraft (figuras hechas de papel) de un robot, pero es ahí donde el ingenio de Johnson entra en acción ya que la plataforma para el software del Robot es de código abierto con lo que se recibirán aportes de cualquier desarrollador, siendo la idea que se creen distintas aplicaciones para el control de Robot haciendo uso de smartphones y tablets usando de la tecnología Wi-Fi.

Por último se espera que el proyecto este listo para el primer trimestre del 2014 a un precio promedio de 1000 dólares que esperan disminuya hasta en un 50% con una mayor distribución de las impresoras 3D y colaboración de diversos desarrolladores. Si están interesados en crear su propio Jimmy pueden visitar al web del proyecto Robot siglo XXI.



Esperemos que este proyecto de Robot siglo XXI tenga el éxito esperado y pronto podamos imprimir nuestros propios Robots. Si les soy sincera, este proyecto me ha dejado con las ganas de diseñar mi propio Medabot y es que cuando veía la serie me fascinaba la idea de tener un robot que hiciera las veces de compañero.

No tenemos más que decir: ¿Quieres un Robot? Constrúyelo tú mismo con una impresora 3D.

Fuente: Revista digital http://tecnotitlan.net/
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